EL PAÍS 10
OCT 2012 - 00:02 CET
Eric
Kandel, 83 años, premio Nobel de Medicina, dirige un equipo de neurociencia en
la Universidad de Columbia. Woody Allen, 67 años, director de cine con un ritmo
de una película al año. Philip Roth, escritor, 79 años, su etapa de excelencia
creativa tuvo lugar a partir de la década de los noventa. Charlie Rose, 70
años, presenta el programa más respetado de entrevistas de la televisión
pública americana. Alice Munro, 81 años, la Chéjov canadiense, su último libro Demasiada
felicidad se publicó
hace tres años. Paul Preston (1946), historiador entregado a la historia
reciente de España. Santos Juliá (1940), historiador con estudios
imprescindibles como el dedicado a Manuel Azaña. Manuel Seco (1928),
lexicógrafo, académico de la lengua, autor del Diccionario
del español actual. Antonio
López García (1936), pintor, referencia obligada del realismo español. Pedro
Almodóvar (1949), el director de cine español con más prestigio internacional.
Javier Marías (1951), uno de los escritores españoles con más proyección
internacional. Margarita Salas (1938), bioquímica, actualmente imparte clases
en el centro de biología molecular Severo Ochoa, miembro de la Real Academia.
Tzvetan Todorov (1939), filósofo, crítico, lingüista, pensador imprescindible.
Martin Amis (1949), su última novela, Lionel Asbo,es de 2011.
David Hockney (1937), pintor, en estos días investiga el dibujo en nuevos soportes.
Carmen Linares (1951), maestra del cante. Haroche (1944) y Wineland (1944),
premios Nobel de Física de este año. Paul Krugman (1953), premio Nobel de
Economía 2008. Riccardo Mutti (1941), director de orquesta. Paul Simon (1941),
clásico de la música pop. Y un incontable etcétera.
Son
personas que han dado lo mejor de sí mismos después de los 50 años. ¿Por qué
entonces se considera que los periodistas están acabados a partir de esa edad?
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